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Dentro de las prácticas que podemos establecer con nuestros pequeños para acostumbrarlos a una rutina se encuentran por ejemplo:
"Es imprescindible que juguemos con él para motivarlo con tiempo y dedicación"
El darle de comer a la misma hora y en el mismo lugar, esto es una actividad importante para que ellos sepan el horario en el que recibirán su comida una vez al día, el cual se recomienda sea de 30 minutos máximo de exposición para después retirar el sobrante ya que nuestros amigos tienen un sistema digestivo que funciona como un tipo de reloj biológico, de esta manera se le inculcará un buen hábito a la hora de sacarlos al baño.
Otro aspecto primordial es llevarlos a caminar para que se ejerciten, de esta manera no sólo nuestros peludos se mantienen en forma, sino también nosotros, mientras compartimos una mañana o tarde juntos disfrutando de una alegre caminata, al tiempo que ellos sociabilizan con sus perriamigos de la colonia y nuestro perrito gasta su energía, esto le permitirá regresar relajado a casa con ganas de descansar y dormir como un angelito peludo.
Un punto imprescindible en su rutina es que cuando este en casa se encuentre tranquilo mientras estamos fuera, esto lo podemos conseguir al asignarle un espacio seguro y confortable que se establezca dentro del hogar. Se puede utilizar una transportadora en el que este acostumbrado a esperar pacientemente a su manada, que es como ellos nos perciben, que sea como su guarida o refugio, por lo que debemos previamente adaptarlo a que se mantenga dentro sin sentir que pierde su libertad, por ello es importante que le acondicionemos dicho espacio con sus juguetes y algunos treats para que se mantenga ocupado mientras por ratos descansa o duerme de manera relajada y sin ansiedad.
Este hábito nos ayudará a mantenerlo tranquilo en casa evitando que haga travesuras y destruya todo lo que encuentra a su paso. Para que finalmente cuando regresemos a casa nos dé un gran recibimiento con todo el amor incondicional que siempre está dispuesto a darnos y se ponga muy contento de vernos al igual que nosotros de reencontrarnos.
Cabe mencionar que cualquier situación en casa que altere su rutina puede ocasionar un cambio de conducta. Existen diversos factores que pueden alterarla, entre los que se encuentra la llegada de un bebé a la familia, otra mascota, el quedarse más tiempo solo y demás situaciones puede modificar para mal su comportamiento.
Dichos cambios pueden manifestarse de diferentes maneras como ladrar más de lo habitual, orinar dentro de la casa, morder todo lo que encuentra, acciones que antes no solía hacer. Eso nos puede dar una señal de que algo le sucede y necesitamos prestarle atención para ayudarlo a rectificar de nuevo su rutina para así quitarle el estrés o la ansiedad que puede estar experimentando. Es imprescindible que juguemos con él para motivarlo con tiempo y dedicación, siempre con la intención de que vuelva a ser el pequeñito equilibrado que nos robó el corazón.